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ISTOÉ Dinheiro

Equipe redação

Por Equipo de Redacción
Publicado en 15 de marzo de 2024

Maíra Pereira, directora de Ambipar Environment (Crédito:Divulgación).

En el momento en que Brasil avanza para establecer reglas para el mercado de crédito de carbono, otra oportunidad de solución ambiental que está creciendo rápidamente es la del mercado de crédito de reciclaje. Los programas funcionan mediante rastreabilidad y factura, confirmando así la destinación de los envases reciclados.

Cada tonelada recuperada se transforma en un crédito, homologado por el gobierno federal. Creada en 2015 para el cumplimiento de la Política Nacional de Residuos Sólidos, Ambipar Environment ha logrado ampliar las metas de actuación en este mercado, principalmente a partir de 2021, con la aprobación, de hecho, de la política de crédito de reciclaje. En 2022, logró comprobar el reciclaje de 33 mil toneladas. El año pasado, duplicó su tamaño. La expectativa es llegar a 200 mil toneladas en 2026.

“La política nacional de residuos es un instrumento de inclusión social, de renta y de recuperación de material”, dijo a DINHEIRO Maíra Pereira, directora de Ambipar Environment. Pero hay problemas que deben ser tratados: el 63% de los municipios no tienen ningún tipo de recolección selectiva y la mitad de las ciudades en Brasil aún descargan materiales en vertederos. Ahí está el problema, ya que, sin un trabajo regularizado, no hay factura para la venta de este crédito en parte del país.

“El gran esfuerzo de Ambipar es acelerar el desarrollo de las cooperativas, orientar a los municipios para la implementación de la recolección selectiva y organizar esta cadena de la economía circular. Por eso es importante estructurar la base”, afirmó la ejecutiva. “En el sector privado, hay una regla clara. Las empresas necesitan recuperar, en 2024, el 30% de los envases que ponen en circulación y, hasta 2040, el 50%. El camino es conocido. Solo es necesario que se recorra de manera correcta.”

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