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UOL Tilt por Julia Moioli, Notícias e Fatos e Plantão dos Lagos - 10/08/2022

Equipe redação

Por Equipo de Redacción
Publicado en 10 de agosto de 2022

Simulación del concepto de gemelo digital de Dassault Systemes: resultados precisos para decisiones más sostenibles. Imagen: Divulgación/Dassault Systemes.

Un informe de IndustryWeek estima que durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19, entre el 40 y el 50 % de los trabajadores europeos no pudieron realizar su trabajo. Algunas empresas, sin embargo, pudieron continuar optimizando su proceso de producción, a través de un “gemelo digital”.

Esta tecnología utiliza inteligencia artificial, big data y modelado 3D para reproducir todo el ciclo de fabricación de un producto, incluida su cadena de suministro. De modo que los analistas pueden simular ajustes y ver estimaciones increíblemente precisas de cómo afectan el proceso, ya sea el producto final, la estructura de fabricación, la actividad de los empleados o la gestión de residuos.

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El “gemelo digital” es una de las apuestas de la compañía francesa Dassault Systèmes para aprovechar una de las tendencias más fuertes del mercado actual: ESG. “Sin tecnología, es imposible que una empresa cumpla sus objetivos ESG”, resume Luiz Egreja, consultor senior de transformación empresarial de Dassault.

ESG es la abreviatura en inglés de “Environmental, Social and Governance”, un nuevo modelo de gestión que pone estos temas en el centro de las decisiones estratégicas. No es suficiente que la empresa obtenga ganancias: debe tener un impacto positivo en la naturaleza y las personas para garantizar la longevidad del negocio y minimizar las pérdidas financieras.

Covid-19 no fue el único ejemplo reciente de riesgos no financieros que tuvieron un impacto brutal en la vida de las personas y la economía. Basta pensar en los desastres cada vez más frecuentes provocados por el calentamiento global, como las inundaciones que asolaron Brasil este año o la actual ola de calor en Europa. Se espera que el cambio climático reduzca el Producto Interno Bruto mundial en un 18% para 2050, según el Foro Económico Mundial.

“La agenda ESG es el principal aliado para que logremos un mundo equilibrado en relación al cambio climático y también para que podamos promover el impacto social, tener calidad de vida y entregar a la próxima generación un mundo no mucho peor que el uno que encontramos”, dice Ricardo Assumpção, líder ESG en América Latina Sur y CSO en Brasil de la consultora EY.

Es una inversión, y todos ganan


“La idea es que, en materia ambiental, las empresas vayan más allá de la gestión tradicional de la producción y pasen también a gestionar el agua, la energía y los residuos; en el área social, que no traten adecuadamente sólo con su público interno, sino que piensen en la comunidad que los rodea, los proveedores y todos en contacto con ellos; y, en la gobernabilidad, que tienen posiciones y líderes bien definidos y políticas y reglas estandarizadas”, resume Marcus Nakagawa, docente y coordinador del Centro de Desarrollo Socioambiental (CEDS) de la ESPM.

Todo esto añade aún más variables al día a día de las empresas. “Necesitan tomar decisiones cada vez más complejas cada vez con mayor rapidez, en un entorno empresarial cada vez más volátil”, refuerza Egreja. “Y la tecnología es un gran aliado para implementar estos cambios urgentes”.

No es un gasto, es una inversión. “Una empresa con ESG tiene menos pasivos futuros, lo que representa menos riesgo para el mercado”, agrega Fabiano Sant’Anna, jefe de mercado de carbono, ESG y agronegocios de Seidor Brasil, que implementa tecnologías de automatización de procesos inteligentes.

Una nueva mentalidad requiere nuevas tecnologías


El mercado de carbono, el enfoque de Sant’Anna, es un buen ejemplo de cómo la tecnología juega un papel vital en esta transformación. No solo sirve para proponer formas de reducir emisiones, sino también para medir resultados, con transparencia y legitimidad.

Otra ventaja es la agilidad. Sandra Maura, directora general de TOPMIND, empresa de soluciones tecnológicas, menciona el 5G, una nueva gama de transmisión de datos que comenzó a implementarse en Brasil en julio y ya está disponible en cinco capitales.

“Con él, por ejemplo, veremos un mayor uso de drones, cámaras inteligentes y sensores conectados, que agilizarán los procesos logísticos y de monitoreo, para apoyar la optimización de importantes actividades comerciales y también del trabajo humano, además de reducir las emisiones de CO2”. , explica.

“La digitalización apoya la reducción de tareas manuales, reduciendo el consumo de recursos naturales y maximizando el ritmo de desarrollo de las organizaciones”, continúa el ejecutivo, quien también destaca los papeles fundamentales que jugarán la inteligencia artificial, la nube y el aprendizaje automático en los próximos años.

Incluso las pequeñas empresas pueden encontrar aplicaciones, sitios web y plataformas para subirse al tren. Pueden ayudar, por ejemplo, con la gestión de residuos y el reciclaje o la contratación de personas de color, LGBTQIA+ y mujeres.

“Mucha gente piensa que la tecnología a este nivel es parte de la realidad de unos pocos. Pero lo que vemos hoy son cosas mucho más parecidas a Netflix, que no requieren instalación y se puede acceder desde cualquier tipo de computadora, y tienen precios muy accesibles”, garantiza Alexandre Pegoraro, CEO de Kronoos.

La solución insignia de su empresa es un robot que lee noticias y verifica si el cliente está relacionado con casos de corrupción y lavado de dinero, preocupaciones esenciales en Gobernanza.

Sin embargo, vale la pena recordar que la tecnología por sí sola no es suficiente, especialmente para crear un nuevo enfoque climático. “La mayor barrera para el avance de ESG está en la mente de las personas, con culturas establecidas, que llevan a la toma de decisiones que nos alejan de un modelo más sustentable”, dice Rafael Tello, director de sustentabilidad de Ambipar, empresa de servicios de gestión ambiental.

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