¿Cómo se clasifican los residuos industriales?

Todos los días, las industrias de todo el mundo producen desechos, que son el resultado de los restos de su producción. Estas sobras requieren un tipo específico de eliminación, que debe ser estrictamente controlada, ya que puede causar graves daños al medio ambiente y la salud pública.

Para que esta disposición se realice de manera adecuada, primero es necesario identificar de qué tipo de residuo se trata, ya que existen algunas diferencias entre ellos. Por eso, en el post de hoy te explicaremos cómo se clasifican los residuos industriales para que estés siempre al tanto.

¿Cómo se clasifican los residuos industriales?

Para la clasificación de los residuos industriales se realizan análisis teniendo en cuenta algunas características que pueden tener en común. Esa clasificación fue hecha por la ABNT (Asociación Brasileña de Normas Técnicas), que creó directrices por la NBR 10.004/04, considerando aspectos como color, grado de heterogeneidad, estado físico, actividad industrial, proceso de origen y constituyente principal.

Actualmente, los residuos se clasifican en 3 grupos: clase I (peligrosos), clase II A (no inertes) y clase II B (inertes). Vea ahora un poco más sobre cada uno de ellos.

– Clase I (peligrosos): Los residuos de Clase I se consideran peligrosos, ya que tienen propiedades que pueden causar serios problemas al medio ambiente y a la población. Entre estas características podemos mencionar la inflamabilidad, toxicidad, corrosividad y patogenicidad. Se encuentran desde materiales presentes en la vida cotidiana, como aceite lubricante, cartuchos y baterías hasta lodos de tinta de pintura industrial.

– Clase II A (no inertes): Los residuos no inertes de Clase II A, en cambio, no contienen residuos considerados peligrosos, pero que tienen características tales como combustión, solubilidad y biodegradabilidad en agua. Algunos ejemplos de residuos de este grupo son materiales textiles, fibra de vidrio, yeso, EPI y otros.

– Clase II B (inerte): Los residuos de Clase II B tampoco se consideran peligrosos, y a diferencia de la Clase II A, no presentan ninguno de sus constituyentes solubilizados en concentraciones superiores a los estándares de potabilidad del agua, es decir, no alterar la potabilidad del agua. En este grupo podemos encontrar chatarra, acero o escombros.

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