“Más de un tercio del patrimonio administrado por inversores institucionales en el mundo está comprometido con la sostenibilidad, según la Alianza Global de Inversiones Sostenibles (GSIA). En 2020, había $35.3 billones invertidos en empresas o bonos alineados con la agenda ESG. La cifra es un 55% mayor que en 2016 e incluye, incluso, bonos de deuda de empresas brasileñas también comprometidas con la sostenibilidad y, por ende, con la biodiversidad. Según la Nint, al menos R$238 billones fueron recaudados por empresas nacionales desde 2015 a través de bonos ESG, en 338 operaciones, el 95% de ellas con algún objetivo ambiental. “Hay empresas que recaudaron para reforestación. Hay quienes invirtieron en energía renovable para reducir las emisiones de carbono”, dice Guilherme Teixeira, socio y director de la consultora. Él ve en estos bonos el instrumento de mercado más eficiente en favor de la preservación. Ambipar, empresa de servicios ambientales como tratamiento de residuos y reforestación, recaudó R$1 billón en bonos sostenibles en 2022 para expandir sus actividades. “Hubo buena atracción. Conseguimos un plazo de pago [de los pagarés] más largo que el promedio”, afirma Thiago da Costa Silva, director financiero y de relaciones con inversores del grupo. Marcella Ungaretti, responsable de ESG en el área de investigaciones de XP, confirma la creciente búsqueda de bonos de deuda sostenibles. Estas emisiones disminuyeron en 2022 por factores externos al mercado, pero la expectativa, dice, es de recuperación. Hasta 2035, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los bonos sostenibles deben sumar $5.6 billones.”
Fuente: Valor Econômico, 04/10/2023
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